viernes, 25 de mayo de 2012

El sexo y el alcohol ¿Por qué no debes mezclarlos?





Williams  Shakespeare, decía “el alcohol en pequeñas dosis estimula el deseo sexual y en grandes dosis lo inhibe”.

Que se liga con más desparpajo después de unas copas parece ser un hecho aceptado, pero la desinhibición sexual asociada al consumo de alcohol tiene más que ver con un efecto placebo que con las propiedades de la sustancia. Es decir, nos emborrachamos como excusa para soltarnos la melena. Así se desprende de los resultados de un experimento del Departamento de Psicología de la Universidad de Rutgers, en New Jersey (EE UU), en el que se hizo tomar un líquido a un grupo de voluntarios. A la mitad se la convenció de que era una bebida alcohólica, y a la otra mitad se le dijo lo contrario.

Cuando les mostraron un vídeo erótico, el primer grupo, que creía estar achispado, fue más proclive a afirmar que había tenido fantasías sexuales poco habituales sin sentirse culpable por ello. Esto ocurría independientemente de la composición del brebaje. Obviamente, los contentillos se mostraban más desinhibidos porque podían atribuir sus deseos al alcohol.

Hacer el amor es más que hacer el sexo. Cuando las parejas hablan de pérdida de la pasión o del deseo sexual, procuran la solución practicando nuevas posiciones, viendo videos sexuales, usando "lingeries" o pastillas milagrosas. La cuestión, no es tan fácil.
 
El sexo en la pareja no es pura mecánica o algo que se prende con un botón, es un lenguaje de encuentro del amor entre dos personas, es en sí mismo, una expresión de cariño y una comunicación interpersonal.

El amor es el más eficiente afrodisíaco. Cuando nos enamoramos nuestro organismo genera hormonas. Al amar nuestro cerebro ordena la producción de la droga del amor, la feniletilamina (FEA). Esta provoca en nosotros un estado de felicidad, de deseo sexual hacia la pareja y de querer estar siempre al lado de ella. Entonces, no hacen falta aparatitos, juguetes, vibradores, ropa íntima especial, cambio de posiciones ni películas excitantes. Solo basta que estén juntos. Una sola caricia de manos incitará el aparato sexual de ambos y el orgasmo será cuestión de minutos.

Cuando baja la pasión, las parejas añoran esa excitación y piensan en cómo encontrarla. Algunas personas tratan de enamorarse nuevamente y comienzan a transitar el camino de la infidelidad. Al poco tiempo se dan cuenta que tampoco funciona, porque siguen queriendo y amando a su propia pareja. Hacer el sexo dentro del amor conlleva un lenguaje de armonía y de comunicación que lo convierte en grandioso.

La clave está en cómo, después de varios años de relación, conseguir que se vuelvan a originar los niveles de la feniletilamina (FEA) que disfrutamos inicialmente. Una clave es que la pareja descubra que el amor está presente siempre en la intimidad, pero un sinnúmero de  situaciones contribuyen a que se oculte. Los problemas del hogar, de la calle, la crianza de los hijos, el trabajo, la escasez de recursos y la hostilidad del medio ambiente impiden que el amor tenga su tiempo como en el noviazgo. Al principio eran los dos, ahora todo lo demás.

La revista online BMC Public Health reveló que el 35% de los hombres y el 25% de las mujeres consultados toman alcohol para incrementar sus posibilidades de tener relaciones sexuales. ¡Gran error! Las bebidas alcohólicas activan el deseo, pero contrariamente a lo que se cree, frustran su consumación. Aquí, 4 razones para no combinar copas y sexo:

1. Willy no se levanta. El alcohol inhibe partes del sistema nervioso autónomo implicadas en la respuesta de erección. Eso significa que es muy probable que tu amigo no reaccione cuando se lo pidas y no tengas acción.

2. Más alcohol, menos intensidad. Varias investigaciones determinaron que el alcohol disminuye el goce y la intensidad del orgasmo masculino, y que en las mujeres, incluso ingerido con moderación, dificulta la respuesta orgásmica.
3. Se vacía el tanque. Según estudios, la bebida en exceso inhibe la producción de hormonas masculinas y reduce la producción de esperma en cantidad y calidad.

4. Una de cal, una montaña de arena. En el caso de la mujer, la suerte no es mucho mejor: el alcohol funciona como un estimulante en un principio, pero en el largo plazo disminuye la libido.

La alternativa es darse un tiempo. Nosotros recomendamos que la pareja debe proponerse estar juntos en la intimidad, mínimo una hora al día, aunque no tengan sexo diario. La segunda clave es usar la confianza que se logra con los años para explorarse mutuamente y sondear nuevas dimensiones. Hay parejas que han descubierto que masturbarse mutua y alternativamente, era muy excitante para ellos. La tercera clave es la confidencia entre la pareja. Con ella podemos manifestarle a la media naranja nuestros gustos más secretos. y practicarlos juntos.


"Cuando nos enamoramos nuestro organismo genera hormonas que provocan felicidad, deseo sexual y nos disponen para hacer el amor y frente a esto no es necesario nada mas, aunque una copita de buen vino pues tampoco está de más"